A falta de 10 días para que se celebre el acto inaugural de la Fira Medieval de Mascarell, las calles principales de esta población amurallada continúan levantadas, las zanjas abiertas y los operarios trabajando. Y todo a pesar de que el Ayuntamiento de Nules insistió en que el aplazamiento de este evento para los días 14, 15 y 16 de noviembre --previsto inicialmente para el próximo fin de semana-- estaba motivado por la convocatoria de las Elecciones Generales y no porque dudaran de que el proyecto llegara a concluirse a tiempo en su totalidad.

Solo hace falta darse una vuelta por esta localidad para comprobar que si no hubiera sido por la jornada electoral, el retraso en las fechas habría sido inevitable. A pesar de ello, el alcalde, David García, mostró ayer su confianza en la palabra dada por la empresa de que los plazos se cumplirán y, la próxima semana, el pueblo volverá al medievo con una imagen totalmente renovada.

SUPERVISIÓN / De distinto parecer son los vecinos, que no creen que la obra esté ejecutada al 100% en este plazo de tiempo, pese a que la supervisión por parte del equipo de gobierno y los técnicos sea constante, como afirmó ayer García, quien manifestó que «veremos cómo evoluciona esta semana», dado que en el caso de que la ejecución no avanzara al ritmo deseado «tenemos todas las opciones sobre la mesa desde el principio y con alternativa», respecto a la celebración de la feria, aunque hoy por hoy «solo contemplamos lo que la empresa nos dijo».

Y es que la adjudicataria de las obras dice que sí que llegará y el alcalde se agarra a esa opción, teniendo incluso en cuenta que tras la conclusión de los trabajos, se requiere culminar una serie de trámites burocráticos que finalizan con la recepción del proyecto acabado. «Ya se han hecho certificaciones», dijo el primer edil.