La Conselleria de Medio Ambiente delimitará la zona protegida del Cuadro de Santiago de Benicàssim antes de finales de este año, según afirmó ayer el portavoz de Compromís en el Ayuntamiento, Joan Bonet, tras una reunión de trabajo mantenida esta semana en Valencia. A la cita acudió junto al concejal de Urbanismo, Carlos Díaz; y asistieron el secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, Julià Álvaro; y el director general de Medio Natural, Antoni Marzo; que estaban acompañados por dos técnicos de la Conselleria especializados en Aguas y Medio Natural.

Bonet resaltó la «disponibilidad de la Conselleria para solucionar la delimitación definitiva del Cuadro de Santiago, así como para aportar soluciones hídricas para poder hacer viable el desarrollo urbanístico de los PAI 5 y 6». «Tenemos que subrayar nuestra gran satisfacción por la sintonía existente con Medio Ambiente por su enorme disposición en ofrecer soluciones que sean eficaces para resolver los problemas de inundabilidad y hacerlos compatibles con la zona protegida».

CUESTIÓN BÁSICA // Bonet señaló, además, que al ser esta «una cuestión fundamental para el futuro del municipio turístico tendrá un seguimiento prioritario por parte de Compromís para que su resolución pueda ser una realidad, si es posible, a lo largo de este mandato municipal». Y lamentó la degradación que ha sufrido el espacio en los últimos años.

La delimitación definitiva de la zona protegida del Cuadro de Santiago es una cuestión que ha estado reclamando la alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués, desde hace más de un año, ya que tras la declaración de la zona de especial protección hay que conocer su delimitación exacta para saber las actuaciones que se pueden realizar o no en el espacio. Y es que quedan temas por resolver como si se deben reparar las tuberías de drenaje que llevan tiempo averiadas y que están creando problemas de inundabilidad a los vecinos de la zona.

Por otro lado, la Confederación Hidrográfica del Júcar sacó a licitación la elaboración de un estudio de caracterización hidrogeológica y un estudio hidrológico e hidráulico, para hacer compatible el humedal con la zona de viviendas próxima. La empresa que consiga el contrato deberá, en base a estos estudios, aportar tres tipos soluciones.