Un ejemplar de la ganadería de Madroñiz, de guarismo 0 y marcado con el número 90, abrió ayer el programa taurino de las fiestas de la Mare de Déu de la Soledat de Nules. Un morlaco con presencia, bien armado y que no cesó de rematar a los barrotes, pero que hizo algunos extraños a los rodaors, recortando la trayectoria y poniéndolos en algún que otro apuro. Al poco de saltar a la arena se dejó ver por las calles del recinto taurino, pero más como un animal que iba al trote que por lo que se espera de un toro bravo. Después se plantó en la tarima que tapa la fuente del centro de la plaza y ahí se hizo guardar respeto.

Ya por la noche se emboló un astado de la ganadería de José García Guillén. Los dos toros contaron con el patrocinio del Ayuntamiento de Nules y lograron congregar a un numeroso público en los cadafales.

Por otro lado, la plaza Fray Asensi Nebot acogió un espectáculo infantil de pompas de jabón gigantes y una actuación de folklore valenciano.

Este domingo está dominado por los actos religiosos, con el traslado de la patrona y la misa Mayor, por la mañana; y la ofrenda y la procesión, por la tarde. H