Un total de 19 empresas aspiran a construir las obras del puente sobre el barranco de Farja, que sacó a licitación el Ayuntamiento de Benicàssim. Así lo explicó el concejal de Urbanismo, Carlos Díaz, tras conocerse el detalle de compañías que han presentado su oferta en el reciente proceso de contratación.

El consistorio ya cuenta «con todos los informes favorables, tanto de la Confederación Hidrográfica del Júcar y Acuamed, así como la supervisión positiva de los técnicos», según el edil, para dar luz verde al proyecto, al que únicamente resta adjudicar.

El objetivo es «tenerlo contratado tras el verano, para poder empezar la ejecución durante el último trimestre del año», tal y como indicó Díaz. Se contempla que los trabajos continúen durante los primeros meses del 2018.

El viaducto unirá el casco urbano desde el bulevar con las playas, y cuenta con una ambiciosa inversión de casi 700.000 euros. Enlazará la calle Boniche con una glorieta ya existente, en la confluencia de las calles Evian-les-Bains, Miquel Peris y Albéniz.

La actuación consiste en la construcción de un paso superior sobre el barranco con un trazado curvo, lo que le dará una especial singularidad. El puente será de tipo pórtico, de un solo vano y con tableros y estribos construidos in situ. Además, se incluye un nuevo vial, que tendrá una longitud aproximada de 210 metros y que coserá los dos márgenes de la rambla con las zonas urbanas ubicadas a ambos lados.

CARRILES // La infraestructura incluye una calzada de dos carriles de tres metros de ancho cada uno por sentido y arcenes de medio metro de anchura. En cuanto a las aceras, serán de 2,5 metros, que además estarán equipadas de alumbrado y servicios.

La planificación abarca también el encauzamiento de 95 metros lineales de riera, que permitirá asegurar un desagüe a un caudal para un periodo de retorno de 500 años; y los enlaces con el resto de viales implicados y la prolongación y conexión del carril bici. Esta es otra de las obras más reivindicadas por los ciudadanos, especialmente por los vecinos que residen en la zona de villas próxima, que tendrán así una conexión con carriles de doble sentido con el pueblo.