El Ayuntamiento de Orpesa aprobó un nuevo plan fiscal que contempla el aplazamiento de numerosos impuestos. El objetivo es reactivar la economía local y apoyar a todos los ciudadanos del municipio. La medida fue ratificada en la primera junta de gobierno celebrada de forma telemática.

La alcaldesa, María Jiménez, destaca: «Nos hemos marcado como prioridades fundamentales que el municipio esté preparado, en cuanto acabe esta crisis, para afrontar con éxito los retos del futuro. Para ello, hemos aprobado un buen número de cambios fiscales para conseguir que ni un solo vecino se quede atrás».

El calendario contempla ahora modificaciones en el abono del IBI o IAE, por ejemplo, «con las que el consistorio muestra su apoyo al comercio local, la hostelería, el turismo y el tejido, pero también a todas aquellas personas que han visto mermada su economía, para que toda la población pueda volver a la normalidad cuando esta situación pase», asegura la munícipe.

El cobro de tasas como el impuesto sobre sienes inmuebles (IBI), el de vehículos de tracción mecánica, vados, alcantarillado a cámpings, prestación del lugar del mercado y el impuesto sobre la actividad económica (IAE) lo trasladan a noviembre. «Garantizamos que aquellos que ven descender sus ingresos significativamente paguen más adelante», explica la primera edila.