El último pleno del Ayuntamiento de Peñíscola aprobó provisionalmente la nueva ordenanza de uso de la vía pública en el municipio. Una regulación que no afecta a las calles del casco antiguo, que se rigen por el plan especial de protección, aprobado en su día por la conselleria de Cultura. El edil de Urbanismo, Romualdo Forner, señaló que este programa “debe aplicarse de forma inmediata ya que, en noviembre, venció el periodo de moratoria”. Por este motivo, van a plantear a la Generalitat una prórroga en la misma o cambios “que permitan mantener las actividades turísticas”, debido a las restricciones que se plantean respecto a la situación actual.

Entre las prohibiciones contempladas se encuentra la imposibilidad de colocar entarimados de madera en las calles, por lo que las mesas y sillas deberán estar a la misma altura que las zonas de paso para peatones. Y limita la posibilidad de tener terrazas en el entorno de las murallas. La postura del equipo de gobierno es “conciliar la actividad económica y la generación de riqueza con el respeto a los viandantes y el entorno”, añadió Forner. H