El incendio que se originó el pasado domingo en la planta de gestión de residuos de Benicarló ya ha sido controlado por los bomberos. Sin embargo, más que por las llamas, al parecer originadas por motivos accidentales, el incidente ha avivado las quejas de los vecinos, quienes recriminan el proceso que emplea la empresa para revalorizar los residuos de obras y poda. “La trituración de la madera y escombros genera una nube de partículas en suspensión que afecta a los cultivos de las fincas colindantes, provocando daños en la propiedad, puesto que no podemos comercializar esos productos de la huerta que están cubiertos de polvo”, lamentó uno de los vecinos afectados.

De esta forma, han sido varios los habitantes, agricultores en su mayoría, que han hecho llegar sus quejas ante el Ayuntamiento. Incluso algunos fueron un paso más allá y, hace algo más de tres meses, denunciaron las irregularidades ante los agentes de la Guardia Civil. Estas reiteradas protestas por un posible delito de contaminación ambiental llegaron a oídos del Seprona, hasta tal punto que agentes del servicio se personaron en la empresa para inspeccionar las instalaciones.

La visita de las autoridades fue confirmada desde la misma compañía, aunque desmienten que hayan recibido por el momento cualquier notificación que les obligue a implantar las medidas. “Los agentes del Seprona hicieron mediciones y comprobaciones para elaborar el informe, y todo está correcto”, afirmaron desde la empresa. Aun así, la organización ha iniciado acciones para evitar causar molestias a los propietarios de las fincas colindantes y ha aprovechado la tesitura de que no hay plantaciones agrícolas para activar el proceso de revaloración de residuos.

Por su parte, el concejal de Agricultura del Ayuntamiento de Benicarló, Domingo Roca, manifestó su apoyo y respaldo a los agricultores afectados “que sufren el problema”, asegurando que hay que buscar una pronta solución, apuntó el edil. H