El Partido Popular de Xilxes ha mostrado sus temores por el futuro de la pasarela pivotada dentro del mar, que lleva unos tres años cortada a la circulación de viandantes dado el mal estado en que se encuentra la estructura.

Vicente Martínez, portavoz del grupo municipal popular, manifestó que «en los últimos tiempos he leído informaciones referidas a la pasarela o pantalán de la playa de Xilxes, que han venido siendo confusas y en algunos momentos, incluso contradictorias entre sí». Así, recordó que el pasado mes de junio «el equipo de gobierno aireaba que ya hay una solución prevista y en julio se decía que se estaba buscando una salida».

Desde el PP «se ha estado ofreciendo la colaboración que fuera necesaria para cualquier actuación o medida» que pueda servir para la conservación de la pasarela, que desde hace ya décadas es un símbolo del municipio.

Sin embargo, las informaciones al respecto que ha ofrecido el equipo de gobierno a la oposición han sido «mínimas y racionadas con cuentagotas». La pasarela está cerrada desde hace tres años y, según teme el PP, parece estar tomando fuerza la posibilidad de demolerla.

Cabe recordar que la pasarela es titularidad del Estado, concretamente del Ministerio de Transición Ecológica, y esta administración, gobernada por el PSOE desde que surgió el problema, no ha acometido ninguna actuación durante todo ese tiempo.

El portavoz popular, Vicente Martínez, al reunir también la condición de senador, preguntó en el mes de enero, recién accedido al cargo, sobre la pasarela. Cuatro meses después, en mayo, la respuesta del Gobierno fue que la infraestructura «no dependía de la Dirección General de Carreteras». Ante ello, Vicente Martínez, además de hacer pública su indignación, reiteró la pregunta, que aún no ha tenido respuesta.

En el ámbito estrictamente municipal, el gobierno de coalición PSOE-Izquierda Unida ha venido practicando un «silencio y una falta de información y transparencia» que finalmente han hecho dudar a la oposición popular de si se estará intentando ocultar la realidad de la situación. Por ello, en el último pleno planteó una variedad de preguntas que fueron contestadas de forma muy breve y poco detallada por el alcalde, viniendo a reconocer que se habían solicitado (aunque no se sabe por quién ni a quién), evaluaciones de reparación, pero también de demolición. Y es que al parecer recuperar la pasarela costaría 300.000 euros, lo que podría ser un grave obstáculo para el futuro de la infraestructura.