Salvo imprevistos --poco probables-- el pleno municipal del Ayuntamiento de la Vall d’Uixó dará luz verde hoy a los últimos presupuestos del mandato que activarán la reforma integral del juzgado de paz, entre otros proyectos.

La garantía de aprobación no solo viene dada por la mayoría absoluta que sustenta el tripartito que conforma el equipo de gobierno, sino también por el apoyo anunciado por Som la Vall (marca local de Podemos), que firmó un acuerdo hace unos días.

Las cuentas contemplan la adecuación del vertedero clausurado de Garrut, la continuidad del plan de asfaltado, la subida de sueldos de los funcionarios y del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) --incrementos decretados por el Gobierno central--, así como de la bajada del IBI, la cuarta consecutiva de esta legislatura.

«AJUSTES NECESARIOS» / La alcaldesa, Tania Baños, ya anunció a principios de año que el objetivo era aprobar el documento económico en la sesión ordinaria del mes de enero. Pero la necesidad de realizar los «ajustes necesarios» por lo que respecta al capítulo de personal --subidas salariales--, obligó a demorar su tramitación a una convocatoria extraordinaria, donde con más claridad que nunca se escenificará la división en dos del máximo órgano de representación municipal. Por un lado, PSOE, EU, Compromís y Som la Vall; por el otro, Partido Popular y Ciudadanos, a quienes desde el tripartito les reprochan no haber hecho «ninguna propuesta» con miras a «mejorar la vida de los vecinos».

El presupuesto del 2019 suma un montante de 34,8 millones, con un abultado capítulo de inversiones. Aunque cabe precisar que en su mayor parte se debe a la inclusión de las obras incluidas en el plan Edificant de la Conselleria de Educación, 3,5 millones de euros que, de buen seguro, darán impulso a una serie de reformas que, en cualquier caso, no estarán finalizas antes de las elecciones municipales.