Vilamico, la empresa de champiñones que la Fundación Manantial (entidad que atiende a personas con problemas de salud mental) está instalando en Vila-real, comenzará a funcionar en unas semanas, previsiblemente en el mes de julio. Así lo avanza Helena de Carlos, directora de Relaciones Institucionales y Comunicación de Manantial, quien asegura que el proyecto «todavía está en una fase muy inicial», aunque confían en que los procedimientos administrativos y otros aspectos pendientes para la puesta en marcha puedan solucionarse de forma «inminente».

El objetivo es que la firma cuente con 15 empleados en las instalaciones, una antigua nave dedicada a la citricultura reconvertida para el cultivo de este tipo de hongos, que han adquirido cerca de la residencia Santa Ana, centro que también gestiona Manantial. El hecho de que hayan apostado por esta producción «responde a que es un cultivo sencillo, que se puede hacer dentro de una nave y además permite la manipulación», ya que optan «por proyectos viables económicamente, pero que permitan ocupar a mucha gente», argumenta la responsable de la entidad. Las personas que contrate esta compañía no deberán ser usuarias de alguno de los recursos de Fundación Manantial, pero tendrán que disponer de un certificado de discapacidad por algún problema de salud mental y que «el empleo forme parte del proyecto de vida», afirma Helena de Carlos. Respecto a los canales de distribución de los champiñones, todavía no está perfilado, aunque la voluntad es que lleguen «a cuantos más sitios mejor, pero en primer lugar, probablemente, sea a los supermercados», indican desde la firma.

PRESENTACIÓN // La Casa dels Mundina acogió el pasado martes el I Congreso de Innovación Agroalimentaria desde la Economía Social, que sirvió para presentar este proyecto de inserción laboral. «La respuesta fue muy positiva, pues hay muchas personas interesadas», valora de Carlos. Por su parte, el alcalde de la localidad, José Benlloch, comenta: «Esta iniciativa responde a uno de los ejes de nuestra estrategia Vila-real 2030 para el impulso de un clúster agroalimentario en la zona este, donde nació y se desarrolló la exportación citrícola».