Los asistentes a la rave. Algunos aseguraron ayer, en declaraciones a Mediterráneo, que no dejarán el lugar «mientras haya música» y que su idea es quedarse «hasta el Roscón». La Guardia Civil, por su parte, amplió ayer el dispositivo que cerca la instalación ubicada en la carretera a Cervera con el objetivo de intensificar la presión policial y lograr que los asistentes abandonen el terreno.

Si el jueves por la tarde permanecían en el lugar seis guardias civiles que cortaban el acceso desde el camino que conduce a la planta, ayer eran unos 15 los efectivos desplegados. Además, al operativo se incorporó también el helicóptero de la Benemérita, que sobrevoló el recinto durante buena parte de la jornada.

Los agentes daban el alto a los vehículos que se marchaban de las instalaciones y registraban a los asistentes a la fiesta no autorizada. Durante la mañana de ayer emitieron varias denuncias por tenencia de sustancias, como presenció este periódico.

El objetivo de la Guardia Civil --con orden de actuar bajo sus criterios técnicos-- es una intervención pacífica y que el público de la rave ilegal la abandone de forma voluntaria. Por ello, han incrementado ya la presencia policial y sitian los terrenos.

La alcaldesa de Sant Mateu, Ana Besalduch, agradeció ayer la actuación de los agentes. Reconoció no saber «qué intenciones llevan» los asistentes respecto a la permanencia en la planta, pero negó que en la zona hubiese sensación de inseguridad. «Si no se acaba, la Guardia Civil intervendrá y lo desalojará», apuntó .

LA DIPUTACIÓN

El diputado Santi Pérez, quien presentó este jueves la denuncia tras la ocupación de las instalaciones, explicó a este diario que la Diputación «actuó con celeridad como propietaria del terreno para que, ante la posibilidad de que en el interior se produjera algún incidente, quedara constancia de que era un evento sin autorización alguna». Preguntado por la posibilidad de que, ante este precedente, otra rave ilegal se repitiera en un futuro, afirmó que «la Guardia Civil sostiene que los organizadores de este tipo de eventos no suelen repetir ubicación y la mantienen en secreto hasta última hora».

«LA GENTE VA A DROGARSE»

Este periódico habló ayer con personas que estaban en el interior del recinto, convocadas a traves de Whatsapp y que desean permanecer en el anonimato. Incidieron en que en las instalaciones hay «mucha droga» y que el público «va allí a pasar días consumiendo alcohol y otras sustancias.