El deterioro que están sufriendo las pinturas de arquitecturas fingidas de la iglesia Arciprestal de Vinaròs ha sido debido a la falta de la instalación, cuando se realizó la restauración, de una capa aislante de líquido hidrófugo que las protegiera más tiempo de la penetración del agua y de hongos, según explicó ayer el edil de Cultura, Marc Albella.

Desde este área se han puesto en contacto con Amics de Vinaròs, entidad que por instancia puso en conocimiento de la Conselleria de Cultura este deterioro y aseguran que próximamente acudirán a la Generalitat para solicitar que sean restauradas las partes más afectadas y se ponga el líquido hidrófugo. Albella considera que la Iglesia, como propietaria “tiene también una parte de obligación y responsabilidad de ponerlo en conocimiento del Obispado para ver qué hacer”.

En cuanto a la cara del querubín que se desprendió de la puerta platereresca lateral del templo, Albella señaló que “el Obispado, como propietario, debería ser quien se haga cargo de la restauración”. El edil explicó que, aunque se desconocen las causas exactas, el desprendimiento pudo ser debido a unos trabajos en la plaza de la iglesia con una máquina elevadora o a que la figura ya tenía alguna fisura en la cara que luego, por condiciones climatológicas, se desprendió. H