El Ayuntamiento de Burriana ha reservado una partida de 220.000 euros en las cuentas municipales de este ejercicio para terminar la urbanización de las unidades de ejecución A-30 y A-31 ubicadas en la Serratella. El objetivo, indica al alcaldesa, Maria Josep Safont, es «que este año sea el definitivo para poder dar por finalizados los trabajos en esta zona». «Creemos y esperamos que con la inversión incluida en los presupuestos podamos dar por acabada esas unidades», dice.

Durante los últimos cinco años han sido numerosas las complicaciones y problemas que han impedido zanjar las obras a pesar de las inversiones realizadas y que, a falta de pequeños detalles para rematarlas, han padecido los vecinos de este área.

Lo cierto es que la urbanización de esta zona ha sumado contratiempos que ha ido arrastrando a lo largo de varios años. El más reciente ocurrió en abril del 2019, cuando un fallo en las mediciones provocó la imposibilidad de rematar unos trabajos que se vieron abocados de nuevo a la paralización. A falta de muy pocos remates, la empresa adjudicataria tuvo que frenar las tareas debido a que el nivel calculado para realizar las conducciones subterráneas era erróneo, circunstancia que elevaba el coste inicial estipulado en el contrato.

Safont explica: «En el año 2015, cuando llegamos al gobierno, había una partida para terminar el 0,22% que faltaba». Y añade que «al revisar el proyecto» vieron que la problemática «era más amplia, grave y costosa para las arcas municipales de lo previsto».

El PP exige cumplir con el compromiso adquirido y añaden que «no hacerlo genera riesgos. Zanjas abiertas y material acumulado no son garantía de seguridad para un entorno en el que viven vecinos todo el año». En concejal de Urbanismo, Bruno Arnandis, informaba hace apenas unos días de que los técnicos trabajan en la redacción de las plicas para poder licitar el proyecto.