Los próximos días se retomarán los trabajos de restauración de la fachada del antiguo balneario de Canonge (siglo XIX) de la Vilavella, considerado el más antiguo de un municipio famoso por sus aguas termales. Tanto es así que llegó a concentrar hasta seis instalaciones de estas características en su época dorada, de las que solo queda una, conocida en todos los circuitos de termalismo y salud de la Comunitat Valenciana.

PROYECTO DE PROTECCIÓN / Estas actuaciones, que se iniciaron a finales del 2017 y que se han visto interrumpidas por la celebración de los actos patronales de Sant Sebastià, pretenden garantizar un mínimo mantenimiento del principal elemento exterior del edificio, «que estaba en mal estado», según confirma el gerente del balneario de la Vilavella, Vicent Caballer.

Con este proyecto pretenden garantizar la protección del frontis, a la espera de que «las condiciones económicas» propicien la puesta en marcha de un proyecto sobre el que la familia Caballer, responsable del complejo, lleva trabajando mucho tiempo, «la restauración integral para volver a abrirlo al público».

Esa sería una muy buena noticia para el municipio en general, como asegura la concejala de Patrimonio, Loles García, quien quiere agradecer «la iniciativa de los propietarios», ya que no son pocos los que esperan que vuelva a tener todo su esplendor.