La temporada de la trufa negra celebra hoy su primer mercado en Morella tras iniciar la temporada el pasado martes. Una cita que será simbólica, en la que no se espera que haya compraventa, al ser el precio del producto a 100 euros el kilo. La campaña se prevé negativa, principalmente, por la grave sequía que se padece a nivel general, así como por la superpoblación de jabalís que escarban y destrozan truferas en zonas como Els Ports. Con todo ello, la recolección se reducirá a la mitad, respecto al pasado año, en la provincia. En el caso de Morella, se cuantifica que en un 90% del terreno no aparecerá y solo lo hará en puntos concretos.

La falta de precipitaciones y las altas temperaturas serán de nuevo uno de los factores negativos para frenar la aparición del conocido como diamante negro. Las condiciones para que crezca pasan por unas temperaturas suaves y lluvias constantes, especialmente en primavera y verano, situación que no se ha dado esta vez, conllevando a la segunda campaña pésima consecutiva.

ATAQUES DE JABALÍS // Por otro lado, los truficultores buscan soluciones o métodos para enfrentarse a los jabalís y frenar sus ataques. Unos animales que son aliados para buscar trufas, pero también son grandes enemigos cuando hay masificación. «Cada uno hace lo que puede para evitarlos y que no rompan las trufas. Algunos ponen pelo de personas y otros colocan vallados en las zonas donde se forman», según el experto Andrés Adell. La desesperación de los productores es tal que creen que ni realizando batidas de caza durante todo el año se podría minimizar esta situación, ya que la cantidad de jabalís aumenta rápidamente.

primeras trufas // Paralelamente, el hongo ya se está vendiendo a cuentagotas en restaurantes o establecimientos especializados. «De momento, es de baja calidad y aún no se puede sacar conclusiones de como irá el año, aunque pinta fatal, con casi nada de producto, aunque puede aparecer en puntos concretos que han podido mantener algo de humedad», explica el carnicero y buscador de trufas Iván Pitarch.

Hasta principios de diciembre no se concretarán los precios para que los compradores puedan adquirir el preciado hongo. La temporada se alargará hasta el 28 de febrero. En otras zonas, como el norte de Cataluña y el sudeste de Francia, también están a la expectativa. Donde no afectará es en el laboratorio de truficultura de la Diputación. «Será una campaña donde se retrase la producción, pero no impedirá que sigamos analizando las plantas», según la técnica Sara Molina.