Cerca de 200 vecinos protagonizaron la noche del jueves una nueva edición de su particular Passió, un auto sacramental escrito e interpretado en valenciano que constituye una de las citas más destacadas de la Semana Santa castellonense.

La plaza Mayor, las calles San Antonio y San Cristóbal y la ermita de Sant Francesc fueron los escenarios en los que se desarrollaron los cuatro actos de esta obra en la que Abel Segura asumió, por última vez después de hacerlo en los últimos 13 años, el personaje de Jesús.

Una vez más, cientos de vecinos y visitantes tuvieron ocasión de disfrutar durante unas dos horas de las escenas en las que se refleja la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

Uno de los momentos más emotivos se vivió en el calvario, emblemático lugar de la localidad en el que se representa la crucifixión del hijo de Dios, junto a los dos ladrones, y su posterior vuelta a la vida, acompañada de efectos lumínicos y sonoros que aportan realismo a esta mítica escena bíblica.

Mientras, la procesión del Santo Entierro marcó la jornada de ayer, dentro de una programación en la que no ha faltado el mercadillo medieval y las jornadas gastronómicas. H