El particular vía crucis del PAI Doña Blanca Golf de Torreblanca encara sus últimas estaciones, al menos en cuanto a lo que a burocracia se refiere. Y es que el pleno del Ayuntamiento aprobó ayer las bases definitivas que regirán la nueva licitación del programa. Un trámite muy esperado pero que se ha prolongado en el tiempo por dos motivos fundamentales. El primero de ellos, la aprobación por parte de la Generalitat del Pativel --la norma que limita la edificación en primera línea, como la que incluye este proyecto-- y el otro, la nueva Ley de Contratos del Sector Público, en vigor desde el pasado 9 de marzo.

La sorpresa llegó por partida doble en el momento de las votaciones plenarias. Por una parte, de la mano del edil de Compromís Josep Garcia, que decidió abstenerse, a diferencia de su compañero de formación, Carlos García, con el que forma parte del equipo de gobierno presidido por la socialista Josefa Tena, que se posicionó a favor. El PP optó también por la abstención. En este caso, su argumento fue «que no se les ha tenido en cuenta», indicó la edila de Urbanismo, Rosana Villanueva. La propia Villanueva les respondió que «nos hemos reunido con ellos y con los técnicos municipales para explicárselo todo bien y también hemos atendido parcialmente la alegación que presentaron».

LOS PLAZOS // Tras el paso dado ayer, los plazos empiezan a acortarse. En concreto, el documento que marca el proceso de licitación deberá publicarse en la sede electrónica del Ayuntamiento, los diferentes boletines oficiales públicos y, por su montante económico --ronda los 60 millones de euros--, en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) durante 52 días. A lo largo de este tiempo, los agentes urbanizadores interesados podrán presentar sus propuestas. Una vez adjudicado el programa, el seleccionado deberá contratar a la constructora, «pero este paso se simplifica porque en un anexo ya se incluye el documento, por lo que no habrá que dedicarle tiempo a tramitarlo», señaló la edila Villanueva.

La ejecución de las obras se fija en 60 meses para evitar el Pativel y la concejala confía en que las máquinas estén trabajando «antes del final de legislatura», es decir, de mayo del 2019.