El encierro de seis toros cerriles celebrado ayer en les Alqueries se saldó con un incidente de consideración. Un conocido aficionado de la misma localidad, J. O. S. , de 35 años, sufrió dos cornadas. Una de ellas, de 14 centímetros de profundidad en la cara interna del muslo izquierdo, con desgarro muscular; y la otra, en la misma pierna, con trayecto subcutáneo ascendente en la cara externa. El herido fue trasladado consciente al Hospital de la Plana, y trasladado a planta con pronóstico leve, ya que por suerte solo afectó a musculatura y no a órganos vitales.

El acto, con reses de los Hermanos Sánchez Herrero, fue movido desde sus preparativos. El primer astado salió del cajón sin problemas, pero no hizo lo mismo el protagonista de la jornada. El toro Colorado se enzarzó en los corrales con un cabestro y también con uno de sus hermanos. Llegó con más de medio minuto de retraso respecto al resto de la manada y cuando esta ya estaba toda en el interior de los corrales. Tras varios minutos en la plaza y los continuos intentos para finalizar el encierro, el aficionado resbaló y cayó al suelo, con la consecuente embestida.

El evento abría la programación taurina de las fiestas, y según fuentes municipales congregó a unos 3.500 aficionados, pues gente de alrededores y de toda la provincia se acercaron a la localidad para no perderse esta tradicional cita. Posteriormente, se dio suelta a un toro de la ganadería Domingo Tárrega El Gallo. Por la tarde hubo dos cerriles y, por la noche, dos emboladas.

Esta mañana tiene lugar una vuelta en bicicleta y, por la tarde, se celebra la ofrenda floral a la Mare de Déu del Niño Perdido. La cena de paellas y un espectáculo de humor cierran el día. H