Los actos religiosos de las fiestas patronales de la Vall d’Uixó tuvieron ayer su momento culminante cuando la imagen del Santísimo Cristo entró a la iglesia parroquial del Santo Ángel, tras la procesión, al ritmo de la saeta, dando por finalizado el triduo.

Y es que fue una jornada especialmente emotiva para la reina de las fiestas, Meritxell Aragonés, que reconoció tener predilección por ese momento dado que ha formado parte de la banda de música y ha tenido la ocasión de interpretar esa obra en más de una ocasión, aunque ayer lo hizo desde una perspectiva muy diferente. Porque las fiestas patronales de la Sagrada Familia están llenas de instantes relevantes, de momentos con un significado especial, como el hecho de que uno de los días de fiesta grande, desde hace tres años, las campanas que anuncian y acompañan los actos religiosos suenan de una manera propia, con el toque manual del Noble Gremi de Campaners. En esta ocasión, la jornada escogida fue la de la Sagrada Familia.

TRADICIONES RECUPERADAS / El grupo de campaneros formado por José E. Puchol (la Vall d’Uixó), José Vicente Manzana (Eslida), David Galindo (Alfondeguilla), Josep Jordà (Beniarrés) y Juanma Gavara (Nules), fueron los encargados de interpretar toques como llamada a misa, salida de la procesión o servicios eucarísticos. De cualquier modo, como explicó el anfitrión, José Enrique Puchol, «aunque estamos investigando, no queda memoria popular de los toques tradicionales de la Vall». A pesar de ello, gracias a su entusiasmo y a la colaboración del párroco del Santo Ángel, Vicent Borja, «podemos recuperar esta interpretación musical, porque las campanas no dejan de ser instrumentos musicales, aunque algunos de ellos pesen entre 400 o 500 kilos», como La Grossa del campanario del Santo Ángel.