Tras 96 exhibiciones de bous al carrer a lo largo de la temporada taurina de la Vall d’Uixó, a las que hay que sumar las de vacas o toros de corro, el parte de atenciones del 2019 puede resumirse por la ausencia de incidentes graves. En total, han sido 79 las asistencias de los servicios sanitarios, de las cuales solo ocho corresponden a heridos por asta de toro, según los registros facilitados a Mediterráneo por el coordinador de los servicios médicos de la Vall, Enrique Diago Palasí.

Del total de atenciones, solo «siete requirieron el traslado al Hospital de la Plana de Vila-real, aunque ninguno de ellos de gravedad», detalló Diago. El incidente más reciente fue el que protagonizó un aficionado de la localidad, que fue espectacularmente volteado por un toro embolado, lo que le provocó politraumatismos «y quemaduras en miembros superiores y cara».

Los datos son bastante similares a los del 2018, cuando el número de asistencias fue menor, en total 71, aunque hubo más traslados hospitalarios (10), ninguno de extrema gravedad.

Los organizadores de los festejos taurinos defienden que los incidentes graves «no son lo habitual, aunque parezca lo contrario». De hecho, de las 22 fiestas que se llevan a cabo en la ciudad entre abril y octubre, que incluyen toros cerriles, cinco cerraron el programa con un parte médico limpio. El resto de citas presentó entre uno y tres accidentes.

LA excepción del año / La excepción de la temporada fue la de les Penyes (agosto) --las que tienen más exhibiciones por el Concurso Nacional de Ganaderías y el encierro--, que registró 45 en el recinto, de las cuales 30 «relacionadas directamente con los eventos taurinos». Dos necesitaron traslados al Hospital de la Plana para evitar complicaciones. En cuanto a las propuestas de barrio, las del carrer d’Enmig fueron las que más incidentes tuvieron, con cuatro atenciones de los profesionales que atienden el botiquín médico en los bous.