Los vecinos de Orpesa aplauden los beneficios del agua desalada tras las primeras pruebas en sus casas, aunque están a la espera de cómo afectará en el recibo.

La mayor ventaja, según coinciden, es que mejora la vida útil de los electrodomésticos, así como la eficacia en su funcionamiento. En los negocios de hostelería, el feedback con los clientes está siendo muy positivo. «Estamos notando una gran diferencia, por ejemplo, en la cafetera. Antes, sin el descalcificador era imposible. Ahora sale más buena. De momento lo mantendremos, pero si sale así de buena, lo quitaremos», indican algunos empresarios de hostelería. También perciben mejoras en el lavavajillas, que deja platos y vasos en mejor estado.

Otros residentes en la localidad explican que los termos eléctricos tenían antes una caducidad muy corta, lo que obliga a «cambiarlos continuamente por la cal». «Y en casa siempre comprábamos agua de botella, porque al ponerla en los vasos salía marrón. Al perro le dábamos también agua mineral. Aparte también lo notábamos mucho en la ducha, en la piel y en el pelo. Y estamos muy contentos con la noticia», puntualiza una vecina.

La mayoría de los orpesinos ya la utiliza para cocinar, pues antes también debían emplear embotellada, lo que suponía un mayor desembolso económico.

MÁS CALIDAD // Aunque algunos sí que la consumen para beber, ya que tiene «mejor sabor, menos cal y está menos salada», otros siguen inclinándose por la mineral pese a que reconocen que ha mejorado mucho en calidad frente a la anterior, que «no se podía beber porque estaba malísima».

Desde la puesta en marcha del servicio de la desaladora el pasado verano, actualmente la infraestructura ya proporciona el 100% del caudal de agua potable prácticamente en todo el término municipal, a excepción de las urbanizaciones de la zona sur, las más próximas a Benicàssim.

En el Ayuntamiento, por ejemplo, ya han dejado también de comprar el agua embotellada y han instalado unas fuentes para beber o rellenar botellas o vasos.

La alcaldesa, María Jiménez, destaca que la calidad del agua que ahora consumen los vecinos «ha mejorado sustancialmente». En cuanto a sus características, descienden notablemente las concentraciones de cloruros y sales del magnesio y calcio, lo que reduce su dureza y mejora su sabor y calidad. «De hecho, es buena para beber, con gran diferencia con la anterior», afirma.

COSTE PREVISTO // El Ayuntamiento de Orpesa ha consignado una partida de 1,6 millones de euros en las cuentas del año que acaba de iniciarse para cubrir el coste del agua desalada, según explica la propia munícipe. De esta cifra prevén recuperar un total de 900.000 euros por la venta a los vecinos. El resto corresponde al consumo en los espacios públicos y el mantenimiento de la red, señalan a este periódico.