Una semana después de la apertura de la vía ferrata de la Vilavella, el Ayuntamiento ha tomado la decisión de cerrar su acceso con un valla, dado que, al ser un recorrido semi-urbano, se quiere evitar problemas. Al inicio de la vía existe un anuncio indicando las peculiaridades y el material necesario para poder recorrerla que, algunos, no han respetado.

La alcaldesa, Carmen Navarro, señaló que «en la misma zona deportiva donde nace la vía ferrata la llave de acceso estará siempre a disposición de las personas o grupos que vayan preparados».

Esta situación viene dada porque a la Policía Local le llegan avisos de los vecinos que observan como en la parte superior de la ruta hay usuarios que no utilizan el material necesario.