La nueva ley de Policía Local de la Comunitat valenciana se lo puede poner muy complicado a los pequeños municipios a tenor de lo que sucede en la Vilavella, donde el Ayuntamiento se ha visto obligado a contratar de forma temporal vigilancia privada para suplir la falta de agentes del cuerpo de seguridad que va a sufrir durante los próximos cuatro meses.

Serán 16 semanas en las que las guardias nocturnas las realizará la empresa seleccionada por el consistorio, porque se trataba de «garantizar que la Vilavella no dejara de tener el servicio las 24 horas del día», como aseguró ayer el alcalde, Manel Martínez.

EXIGENCIAS LEGISLATIVAS / El origen de esta inusual problemática coincide con la causa que la motiva: La nueva ley autonómica de Policía Local. La normativa obliga a los ayuntamientos a garantizar la estabilidad de las plantillas y, para ello, los agentes contratados deben dejar de ser interinos antes del año 2020. El Ayuntamiento de la Vilavella, con un total de seis profesionales, inició la regularización con un proceso selectivo que afectó a tres plazas.

Para que un policía pueda dejar la situación de interinaje, después de superar los exámenes oficiales, debe completar cuatro meses de formación en el Instituto Valenciano de Seguridad Pública y Emergencias (Ivaspe). De las tres personas afectadas por esta medida, dos formalizaron la solicitud para iniciar esta fase y en ese momento es en el que se produce el desajuste. A pesar de tratarse de una cuestión planificada, según detalló el alcalde, se encontraron con una circunstancia inesperada. Y es que una de las empleadas que forman parte de la plantilla «está embarazada y se ha acogido a su derecho, como es lógico, a estar de baja maternal por situación de riesgo». Otra persona menos, «y ya sumamos tres», dijo.

REITERADAS SOLICITUDES / Desde el Ayuntamiento se solicitó a la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias de la Generalitat la autorización para cubrir la ausencia de los policías «pero nos la han denegado».

Al parecer, como trasladó a Mediterráneo Manel Martínez, «lo que nos dicen desde la Conselleria es que la ley es muy estricta en estos temas y que solo se puede permitir cubrir una baja en supuestos muy concretos, y ninguno de los que tenemos en la Vilavella estaría contemplado».

El primer edil remarcó que los contactos con el organismo han sido numerosos, porque la situación, «para el municipio, es delicada y no queríamos renunciar a que el pueblo estuviera vigilado las 24 horas», pero la respuesta siempre ha sido la misma: no.

Ante este panorama, el equipo de gobierno decidió intervenir y contratar a seguridad privada para cubrir aquellos turnos que se vean afectados por este contratiempo. En concreto, son los nocturnos, desde el domingo a las 22.00 horas, hasta el jueves. En fin de semana está arreglado.