El nadador vinarocense Antonio Figueredo falleció ayer, a los 92 años. Figueredo era un personaje muy popular en la ciudad, donde enseñó a nadar a varias generaciones de vecinos en el conocido popularmente como el contramoll. También destacó por su carácter competitivo, pues participó en numerosas pruebas y llevó el nombre de la localidad, de la que tan orgulloso se sentía, a muchas otras ciudades del mundo. Y es que ostentó récords nacionales, europeos y mundiales que hoy en día aún no han sido batidos.

Sin embargo, de su extensa trayectoria, para él, lo más importante fue el segundo lugar en el ránking mundial de 1998 en 400 metros estilos, el segundo en 200 metros mariposa y tercero en 400 estilos en el 2003.

Hijo de carabinero, era el mayor de cinco hermanos. Realizó sus estudios en Vinaròs en los colegios de la Consolación, de Nuestra Señora de la Misericòrdia y San Sebastián, hasta que la República lo becó para formarse en Benicarló. A los 14 años comenzó su tarea profesional en la mar, tras la ausencia de su padre. Trabajó en la barca hasta los 50 años, y de ellos 14 meses en Nigeria.

En el 2004 recibió la medalla de la ciudad por parte del Ayuntamiento y en 2015 donó todos sus trofeos y diplomas recogidos a la Fundació Caixa Vinaròs y el Club Natació Atlètic Barceloneta le impuso su insignia.

Figueredo nadó también en largas distancias de aguas abiertas en los Campeonatos de Europa, siendo el único participante de más de 80 años que terminó la prueba de 5.175 metros en el lago Parelouo (Francia), ganando además al segundo de la categoría anterior. Fue el único participante en el mundo que recorrió los tres kilómetros en la categoría de 85 a 89 años en el 2009. Asimismo, participó en los Campeonatos del Mundo de Río de Janeiro, Shefield, Casablanca, Riccione... donde obtuvo cuatro medallas de plata y bronces. Buena travesía.