Tercer incidente con la discoteca Quattro 40 en apenas seis meses. El último, en la noche de Sant Joan. La Policía Local de Benicàssim precintó este local el pasado sábado por incumplimiento de la orden de cierre impuesta en diciembre, lo que podría suponer la comisión de «un delito de desobediencia», según confirmaron fuentes municipales.

El primer incidente se produjo la pasada Nochevieja, como publicó este periódico. La policía acudió al local e instó a suspender la actividad por «exceso de aforo» en una fiesta privada para menores y procedió a su desalojo. El caso se encuentra en sede judicial porque los padres de los afectados denunciaron «una estafa», ya que muchos se quedaron en la calle pese a haber comprado entradas. Y alertaron de que los tíquets incluían copas y los menores no pueden beber alcohol.

Varios padres advirtieron a este rotativo que la discoteca, situada en la avenida Gimeno Tomás, anunció para el 16 de junio la fiesta Opening Summer en su perfil de Facebook, lo que incumplía la orden de cierre de diciembre.

El pasado martes protagonizaron un incidente con graduados de ESO y, apenas unos días después, anunciaron la fiesta por Sant Joan, «con malabaristas con fuego y acróbatas», según especificaba el cartel, con el que animaban a realizar reservas. Pero la policía frustró sus pretensiones, desalojó y clausuró el local.

Ante esta situación, muchas personas, entre ellas unos 300 jóvenes que llegaron en autobuses y tenían previsto ir a Quattro 40, optaron por trasladarse a otra discoteca, Buddha. Allí, en torno a las 1.00 horas, se requirió a la Policía Local por la elevada afluencia de personas en los accesos para entrar. La situación se normalizó sobre las 1.45 horas, según fuentes policiales.