Sin señalizar y sin informar de su grado de protección. De este modo se encuentra la microrreserva en la que expertos arqueólogos realizaron una cata que les ha costado, junto al Ayuntamiento de Vilafranca, tres propuestas de sanción por parte de la Conselleria de Medio Ambiente. Una denuncia cursada por un agente forestal de la comarca y de la que ayer informó Mediterráneo.

Como ha podido saber este diario, en sus alegaciones, los afectados inciden en este punto y recuerdan que en la ley de patrimonio, que es por la que se rigen, en ningún momento dice que tengan que pedir permiso más allá de a la Conselleria de Cultura, que les dio la autorización.

El propio alcalde, Óscar Tena, remarca que «fue una cata de un metro cuadrado, que tenía la aprobación del departamento pertinente y que se realizó en un lugar en el que no solo no ha habido ningún tipo de afección, sino que no está marcado como un área de especial interés». Tena señala que han «presentado las alegaciones correspondientes» y esperan «la resolución», concreta.

Y recuerda que «en los últimos 10 años en los que trabaja este equipo, el Ayuntamiento siempre ha seguido la legalidad».

PREOCPUACIÓN // «El único que se preocupa por este paraje natural municipal es el consistorio y nunca haríamos nada que perjudicara a esta zona», añade.

Expertos en esta materia también alertaron ayer que lo sucedido evidencia la falta de comunicación entre consellerias a la hora de autorizar estas actuaciones, que han propiciado hallazgos de repercusión internacional.

Por su parte, desde Medio Ambiente indicaron que los afectados se enfrentan a dos infracciones graves (3.001 euros cada una) y una leve (100 euros). E informaron que este departamento y Cultura se han puesto en contacto para intercambiar datos.