La cifra total del presupuesto de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica para el próximo 2020 asciende a 422,68 millones de euros, lo que supone un incremento del 4% respecto al anterior ejercicio. Sin embargo, los datos son tozudos.

Mientras los programas medioambientales del presupuesto aumentan en casi 11 millones de euros, los agrarios se reducen en 6 millones de euros, según denuncian las organizaciones agrarias AVA-Asaja y la Unió de Llauradors. La citada de Ley de Estructuras Agrarias, aprobada a principios del 2019 y con la unanimidad de Les Corts, pretende favorecer la movilidad de la tierra, define el suelo agrario infrautilizado y ofrece alternativas para su uso sostenible, incluyendo la creación de una red de oficinas gestoras de tierras, que consolida y apoya a las experiencias de bancos de tierras existentes.

Además, prevé la constitución de la red de tierras que contribuirá a contactar la oferta y la demanda de distintas parcelas agrarias y movilizar suelo.

Por eso, debido a su escaso presupuesto, la entidad liderada por Carles Peris, en declaraciones a Prensa Ibérica asegura que los presupuestos para el 2020 de la Conselleria de Agricultura son «absolutamente decepcionantes y marcan claramente que estamos ante una Conselleria de Medio Ambiente y Cambio Climático y no ante una Conselleria de Agricultura y Ganadería», puntualiza. El departamento incluye 38,63 millones que están destinados a Estructuras Agrarias, que supone un 0,1% menos incluso que el año precedente.

En este sentido, lamenta que los planes de la administración autonómica de Mireia Mollà «no contemplan medidas específicas para desarrollar la deseada Ley de Estructuras Agrarias, certifica el engaño del Consell a los citricultores valencianos por no pagar las ayudas de minimis prometidas por el president Puig el pasado año y, finalmente, no contempla ni una única medida que pueda ilusionar al sector.

Con estos mimbres, pocos cestos puede hacer el sector agrario», añade Carles Peris.

También la Asociación Valenciana de Agricultores denuncia que la Generalitat apruebe unos presupuestos «absolutamente indignantes, escandalosos e impresentables» ante la emergencia del sector agrario valenciano, puesto que con los recortes aplicados a las líneas estrictamente agrarias no se puede hacer frente a los graves problemas que atraviesan los agricultores y ganaderos. El presidente de AVA-Asaja,

Cristóbal Aguado muestra también un rotundo rechazo a que el incremento global en un 4,53% de los fondos anuales de la conselleria «no va a llegar a los agricultores», sino que se destinará a gastos de personal (+30,56% con nuevos altos cargos y asesores) o a cuestiones relacionadas con el medio ambiente (solo la Dirección General de Cambio Climático elevará sus costes un 114%), «mientras salen diezmadas partidas netamente agrícolas como la gestión de recursos hídricos, las infraestructuras agrarias o la sanidad vegetal», advierte.

no más excusas // Entre los aspectos positivos, la Unió de Llauradors solo define uno. Afirma que la Conselleria de Agricultura «ya no nos podrá poner la excusa de falta de personal a la hora de gestionar mejor los recursos porque el gasto previsto para el personal -incluyendo la subsecretaría, de la que dependen las oficinas comarcales- se va a incrementar en más de 11,5 millones de euros».

Más allá de su intervención en Les Corts Valencianes, cuando Mireia Mollà calificó su administración como «inversora» y destacó el aumento global del gasto, la Conselleria no ha respondido las llamadas de este diario para valorar las duras críticas realizadas por AVA-Asaja y la Unió.