La Abogacía de la Generalitat ha remitido un escrito de acusación, al que ha tenido acceso Mediterráneo, al juzgado de València que investiga posibles irregularidades al construirse el circuito urbano de Fórmula 1, en el que pide una condena de 7 años y 9 meses para Francisco Camps por malversación, prevaricación y tráfico de influencias. Además de Camps, también se ha presentado acusación por estos hechos contra otras 13 personas, entre ellas el exconseller de Infraestructuras Mario Flores y el exsecretario autonómico de Infraestructuras Victoriano Sánchez-Barcaiztegui.

Esta acusación contrasta con la posición de la Fiscalía Anticorrupción en esta causa, que recientemente reclamó el sobreseimiento --contra el criterio de la jueza instructora, que insiste en procesarlo-- al no observar evidencias de delito y al apuntar que, de existir, estarían prescritos.

El escrito de acusación destaca que Camps, «sin recabar informe alguno y arrogándose una competencia que no le correspondía», asignó a la Conselleria de Infraestructuras y Transporte la iniciativa para construir este circuito. Una actuación que supuso una «merma para las arcas públicas con utilización indebida de fondos públicos y gastos innecesarios», que «favorecieron a empresas a las que se les eligió al margen del procedimiento legalmente establecido», detallan.

un plan // La Abogacía atribuye al expresident un plan en el que implicó a funcionarios, autoridades, personal del Ayuntamiento y de la Conselleria de Infraestructuras y empresas para contar con un circuito de Fórmula 1 para su «rédito personal» que anunció que tendría «coste cero», cuando supuso 88’8 millones de euros.

El exdirigente del PP acudió ayer a la ciudad de la Justicia de Valencia, donde declaró como investigado por supuestas irregularidades en las gestiones previas para la organización de la visita del papa a Valencia del 2006. Según manifestó a los periodistas, la Fundación V Encuentro Mundial de las Familias, que organizó el evento y en cuyo patronato estaba representada la Generalitat, era de carácter privado y sus contrataciones fueron legales.

Camps, que declaró tras el exvicepresidente del Gobierno valenciano Víctor Campos, explicó que fue el patronato de la fundación el que tramitó los contratos para preparar la visita del papa y «ningún abogado de la Generalitat» puso en duda esta gestión. Campos, por su parte, tildó su participación de «tangencial», al no tener responsabilidad ejecutiva.

El expresident, que se confesó «enfadado», se explayó contra el jefe del Consell, Ximo Puig, al que llamó «el hombre del flequillo cambiante»; y contra la presidenta, Mónica Oltra, «la mujer de las camisetas». Respecto a la Fórmula Uno, recordó que la Fiscalía pidió archivar la causa: «Cuando ven que se les acaba el tiempo, como hacen los malos perdedores, buscan tiempo de descuento para seguir manteniéndome en las mismas circunstancias».

utilización // A su juicio, Puig y Oltra están «utilizando a Jorge Herrero, el abogado de la Generalitat, que además lo que pretende es trabajar en algún bufete importante y sacar algún tipo de rédito profesional de esto». Respecto a su procesamiento por la Audiencia Nacional en el caso Gürtel (sobre la adjudicación a la trama de expositores de la Generalitat en Fitur 2009), dijo que el auto «no tiene ni pies ni cabeza».