El president de la Generalitat Valenciana, el socialista Ximo Puig, advirtió de que la Comunitat perderá 1.000 millones de euros si no sale adelante el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, sometidos a debate desde ayer en el Congreso de los Diputados y con una votación prevista para hoy que el Gobierno tiene muy difícil de sacar adelante por la negativa de los partidos independentistas catalanes a apoyarlos.

Puig aseguró ayer que para la Comunitat Valenciana es «muy importante» que se aprueben las cuentas porque «mejoran la vida de las personas». Por ello, pidió al resto de partidos políticos «que piensen en si (éstos) mejoran o empeoran la vida de los valencianos» e insistió en que es «evidente que si no se aprueban habrá un coste económico grave de más de 1.000 millones de euros».

En este caso, el president consideró que deberán ser las formaciones políticas que impidan que salgan los presupuestos las que deberán «dar cuenta» de su posición ante la ciudadanía.

Precisamente en el marco del debate presupuestario --y la posibilidad de que el ejecutivo no pueda sacar su proyecto adelante-- se sitúa la posibilidad de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decida adelantar las elecciones a abril. Cuestionado por esta posibilidad, el jefe del Consell afirmó que la política española está marcada por la «volatilidad» y que su apuesta es ir «partido a partido», en referencia a que primero procede ver qué ocurre con los presupuestos. Eso sí, Puig apostó por analizar una hipotética derrota en la votación de hoy «en función del interés general y no de unos cuantos que se manifestaron el domingo».

RESPETO A LA JUSTICIA // El dirigente valenciano también pidió «respeto absoluto» a la justicia con motivo del inicio del juicio a los políticos catalanes presos. Puig reconoció que el inicio de este proceso judicial conlleva «una cierta tensión emocional», pero pidió resolver el problema desde la política y el «diálogo permanente» limitado por la Constitución. Más información en págs. 2 a 7 y pág. 40.