Orihuela (Alicante), 30 dic (EFE).- El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha defendido hoy que 2016 ha empezado a ser "el principio del fin de la invisibilidad de los valencianos", y ha reclamado que 2017 sea "el principio del fin de la discriminación" de la Comunitat.

Así lo ha expresado en su discurso de fin de año, el segundo que pronuncia como jefe del Gobierno valenciano, que se ha grabado en castellano, valenciano y en versión accesible para personas sordas en la casa en la que vivió el poeta Miguel Hernández, en Orihuela (Alicante), de su cuyo fallecimiento se cumplirán 75 años en 2017.

Puig ha aseverado que "ningún error del pasado puede dar cobertura a la discriminación en el presente", y ha asegurado que el pueblo valenciano, formado por cinco millones de personas, exige "todos a una voz" una financiación "justa" para las escuelas, los dependientes, las universidades, las infraestructuras o los hospitales.

"Estoy seguro de que, si los valencianos trabajamos juntos, atravesaremos las puertas que nos cierran el camino a la justicia", ha aseverado el president, quien ha insistido en que la sociedad valenciana está gobernada "desde la diversidad" y gestionada "desde el diálogo".

A su juicio, hay que trabajar desde los valores, el esfuerzo y las convicciones para hacer de la Comunitat Valenciana "una tierra de esperanza", al tiempo que ha recordado el verso del poeta oriolano que clamaba: "Dejadme la esperanza".

Ha reivindicado que el Consell que preside está cumpliendo "un escenario de estabilidad, honradez y diálogo", si bien queda "casi todo por hacer", pues faltan derechos "por reparar" y muchas empresas valencianas "por reconstruir".

Discurso fin de año (CASTELLANO)