Si la Confederación de Empresarios de Castellón (CEC) se desvinculó de las causas que han llevado a Cierval a acumular su deuda, como informó Mediterráneo, la provincial de Valencia, CEV, se desmarcó ayer por completo de la patronal autonómica, cuyos órganos de gobierno se reúnen hoy, y dijo ver «imposible» modernizarla y dotarla de solvencia.

El comité ejecutivo y la junta directiva de la organización que representa a los empresarios de la provincia de Valencia no creen viable actualizar la estructura organizativa y empresarial de la patronal autonómica y darle viabilidad económica para que pueda cumplir con sus funciones.

La CEV recordó en un comunicado que la organización provincial «inició su reforma con la llegada de Salvador Navarro a la presidencia, demostrando así su capacidad de anticipación para adaptarse al nuevo escenario económico y financiero». Este proceso, que según las mismas fuentes «se mantiene vivo y activo en el día a día de la organización, ha hecho posible que la CEV sea una organización solvente e independiente de cualquier otro interés que no sea el empresarial».

Tras «constatar» que sus propuestas e iniciativas sobre la Cierval no han conseguido el objetivo perseguido, los órganos de gobierno de la CEV acordaron, según ponen de manifiesto, «ajustarse a las recomendaciones de los expertos externos y adoptar, con diligencia y formalidad, las medidas necesarias que salvaguarden la responsabilidad de los miembros de los órganos de gobierno de la CEV en Cierval así como la integridad, prestigio y reputación de la propia CEV».