La magistrada del Juzgado número 8 de València que instruye el caso Erial, en el que figura como imputado el expresidente de la Generalitat y exministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, investiga si Sedesa, mercantil de la familia de los Cotino y adjudicataria a través de otras sociedades del plan eólico del 2003 y de las ITV del 1997, pagó cruceros de lujo por el Mediterráneo, Adriático y el Egeo como sobornos.

En este caso, la jueza formuló una petición a Suiza de información sobre las empresas Servicios de Excavaciones y Asedes Capital (de Sedesa), Eduardo Zaplana y el considerado su presunto testaferro Joaquín Barceló y viajes en yates de lujo de la empresa Camper & Nicholsons International, con sede en el país helvético.

sumario // Así se desprende de la documentación que consta en el sumario del caso, cuyo secreto acaba de ser levantado. En un escrito de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, del verano del 2018, los investigadores explicaban que se habían localizado una serie de traspasos de fondos desde Sedesa a Camper & Nicholsons International, por un total de 1.034.387 euros entre el 2005 y 2009, y cuyo destino sería necesario determinar.

La documentación llegada de Suiza muestra varios alquileres de estos yates: del 1 al 9 de agosto del 2009, a nombre de Zaplana (con recibimiento incluido) de Niza a Niza en el Franjack, con ocho invitados a bordo, por un importe que ronda los 75.770 euros; del 11 al 19 de agosto de ese mismo año, con llegada y salida a Atenas en el Iris, también para Zaplana (el correo va dirigido a su secretaria) y sobre los 23.537 euros.

Algunos de los «requerimientos» de «Mr Eduardo» son desayuno continental, dieta baja en colesterol, ni cerdo ni cordero y prefiere la cocina local, italiana, francesa y barcacoas y como comida especial, langosta. En cervezas, pide Cruzcampo y Heineken, whisky, ginebra, ron y licores, además de fruta variada.

Otros de los alquileres son el del yate Alcor, del 19 al 25 de agosto del 2008, en la ruta València-València, a nombre de Vicente Cotino y Sedesa en el que viajarían a bordo su familia y la de su mujer, más otros matrimonios que no especifica. El crucero ascendió a 95.000 euros y establecían entre las preferencias, vinos valencianos, champán Moët y especificaban que tomaban «mucho café». No querían comida japonesa. Las fechas de este alquiler coinciden con otro, en el Angel Heart, del 17 al 26 de agosto y con origen y destino a Cannes, pagado por Asedes Capital, sin más información adicional, y por importe de 107.143 euros.

Un último crucero del que consta documentación es el del Ladyship, del 29 de julio al 7 de agosto del 2010, desde Croacia hasta Montenegro, por importe que rondaría los 130.000 euros. En el listado de pasajeros figura Joaquín Barceló y diputados autonómicos de ese momento, entre ellos, otra de las investigadas en esta causa, Elvira Suanzes.