El Atlético se agarró a Oblak para volver a la senda del triunfo cuatro partidos después y evitar que el ambicioso proyecto rojiblanco salte por los aires en el mes de octubre. El buen rendimiento defensivo rojiblanco fue lo único que funcionó ayer en Vigo, en otro mal partido de los de Simeone que tuvo otro protagonista. Gameiro, el jugador que recaló la pasada campaña desde Sevilla por 35 millones de euros, marcó su primer tanto del curso, ampliando el poco crédito que tiene del entrenador, que días atrás pidió su salida en el mercado de invierno achacando que no ha comenzado la campaña como esperaba, porque pidió que se operara durante el verano y el delantero francés optó por un tratamiento conservador que ha mermado su puesta a punto en la primera parte de la Liga.

CONTRASTE // El gol resumió el primer tiempo: el desacierto celeste contra la eficacia atlética. Fue en el minuto 28. En un envío desde el córner, el mal despeje de Sergi Gómez hacia su portería se convirtió en una inesperada asistencia para Gameiro, oportunista en el área pequeña. En la segunda mitad, el conjunto vigués rozó el empate en dos acciones de Aspas, una lejana volea envenenada con paradón de Oblak y un buen lanzamiento de falta que dio en el travesaño. El Celta no flaqueó. Siguió con la pelota y encerró al Atlético. Reclamó una mano de Gabi en el área que no castigó el árbitro (min. 63). Con ese guión, los entrenadores movieron fichas, en una clara declaración de intenciones: Simeone reforzó el centro del campo con Giménez, Unzué metió jugadores de ataque, Emre Mor y Guidetti.