El Villarreal presenta en el Estadio de la Cerámica a su nuevo entrenador: Javier Calleja. En el debut del técnico, que fue en competición europea frente al Maccabi Tel Aviv, el equipo firmó un empate a cero en Israel. En el choque que enfrenta al combinado amarillo en casa al Eibar (18.30 horas), el míster madrileño pretende demostrar su mejor versión desde los banquillos y traer aire fresco al equipo. «Hemos tomado nota del último empate para corregir aspectos del juego en los que hay que puntualizar si queremos que se note una mejoría en el partido», aseguró ayer Calleja.

Comenzar con una victoria ante la afición es el próximo objetivo a corto plazo que se pone el madrileño: «Tengo ganas de debutar, que vean un buen partido y ganemos los tres puntos». Para el técnico, la clave del éxito dependerá de las ocasiones que genere el equipo. «Busco un cambio radical en el juego en el que prioriza buscar ocasiones y tener argumentos ofensivos», añadió. Los tópicos del fútbol no valen para Calleja, quien cree que para sumar de tres en tres «hay que generar las ocasiones, cuantas más veces se chute a puerta, mejor».

Para ejectuar el plan, Calleja considera que el sistema rombo en el centro del campo es el más efectivo porque «se genera mucha superioridad, se cubre mejor la parte central y se defiende de forma más organizada». Además, esta variante táctica permite que los jugadores estén «más cerca de una posible pérdida rival». Sin embargo, el míster no renuncia a cambiar su apuesta porque disfruta de otros futbolistas con características más verticales como Castillejo y Cheryshev.

VIEJOS CONOCIDOS // Calleja se medirá a un José Luis Mendilibar que le dirigió en su última temporada como futbolista profesional en Osasuna. «Mendilibar hace que sus jugadores trabajen con intensidad y ritmo. El Eibar viene con necesidad de ganar y compite bien. Debemos imponer nuestro juego», explicó Calleja.