La llegada de nuevos refuerzos al CD Castellón afronta días, incluso horas, decisivas. El club trabaja para convencer tanto a Javi Serra como a Carles Salvador, en dura pugna económica con otros equipos, para dar impulso a los fichajes, hasta ahora reducidos a la incorporación de Jorge Fernández, extremo del Conquense.

Hablando de jugadores de banda, Javi Serra deshoja la margarita entre su vuelta a Castalia, si se marcha al grupo II o, incluso, si pasa a ser rival de los albinegros en un equipo catalán. El de Puçol espera tener una segunda oportunidad en el Castellón, después de que fuera despedido a los escasos días de aportar su granito de arena al ascenso a Segunda B, aunque también quiere que se le valore después de un buen rendimiento deportivo en el Ibiza, aunque decisiones extradeportivas provocaron que jugase mucho menos de lo que mereció.

Como Jorge Fernández, Javi Serra puede actuar indistintamente en ambos costados del ataque, potenciando uno de los mayores déficits en la plantilla de Óscar Cano, que todavía espera a más futbolistas para actuar por fuera, especialmente en la izquierda.

Hablando del entrenador, el granadino confía en volver a tener bajo sus órdenes a Carles Salvador, a quien ya tuvo en la corta estancia del técnico en el Alcoyano. Ni que decir tiene que el centrocampista de perfil creativo colmaría no solo las aspiraciones de Cano, sino que responde al ADN albinegro y de Castelló, si bien el centrocampista abandonó el club antes de debutar si quiera con el primer equipo, en edad juvenil (tuvo una fugaz aparición en el Amateur, entonces en Tercera), para marcharse al Valencia.

CONSOLIDADO EN SEGUNDA B // Salvador (28 años), que hace poco más de una semana acabó la temporada (la Unión Deportiva Logroñés cayó eliminada en la segunda de las eliminatorias por el ascenso), ha pedido unos días para aclarar su futuro, toda vez que acaba contrato con los riojanos, donde ha militado las últimas tres temporadas a razón de más de 30 partidos en cada una de ellas (estuvo las tres anteriores en el Alcoyano y, con anterioridad, en el Olímpic de Xàtiva y el Mestalla, siempre en Segunda B).

Un inicio de verano que trata de coger temperatura al calor de la ola que se avecina, cuando el arranque de la pretemporada está a poco más de dos semanas en las que el Castellón, además de cerrar un mínimo de cinco incorporaciones más, tiene que dar salida también a un puñado de transferibles con situaciones contractuales que reducen su margen de maniobra.