Cambio de tercio en Castalia. Los futbolistas inician unas cortas vacaciones y la dirección deportiva hace horas extra. El CD Castellón se ha puesto manos a la obra para retocar la plantilla, en una tarea más difícil que nunca, debido a la llegada al fútbol profesional en desigualdad de condiciones y las consecuencias económicas derivadas del covid-19, que obliga a mirar por cada euro que se gasta. El mercado de invierno, en albinegro, irrumpe como un verdadero desafío.

Con el recuerdo, de los más veteranos, de lo que sucedió hace 15 años, cuando Tabares, Aurelio y Fukuda, junto a Moré desde el banquillo, resultaron fundamentales en la salvación del Castellón (que estaba mucho peor que ahora), se trata de repetir aciertos, aunque el fútbol ha cambiado una barbaridad, ahora bajo unos códigos y unas reglas financieras que dificultan el éxito.

Hay que empezar por las salidas. Básicamente, porque el Castellón tiene todas las licencias profesionales cubiertas en una plantilla de hasta 29 integrantes que, como Óscar Cano ha reconocido, ha pasado de ser algo necesario, a completamente prescindible. Se trata de liberar fichar y liberar dinero, tan necesario y dificultoso al ir íntimamente relacionados.

SALARIO MÍNIMO

El ascenso a Segunda A lleva aparejado que cualquier futbolista perciba un salario mínimo, que ronda los 5.300 euros en 14 pagas. O sea, que para rescindir un contrato, el coste es importante. Y si se trata de buscar cesiones, casi imposibles en la misma categoría, te obliga a buscar acomodo en una Segunda B en la que escasea el dinero (más todavía en tiempos de pandemia). El mejor ejemplo lo vimos en pretemporada: Iñigo Muñoz se pasó todo el verano con el cartel de transferible, sin que club y futbolista llegasen a un entente para el cambio de aires. Lo que entonces era posibilidad, ahora ya es una urgencia. Y no solo con el bilbaíno, sino con varios más.

EL PUNTO DE PARTIDA

Está claro que para elegir a los que están en la puerta de salida de Castalia, hay que recordar el once copero de San Fernando. El Castellón estaría interesado en cesiones de futbolistas como Iago Indias, Jordi Muñoz o Jesús Carrillo. Habrá que estar atento a Paolo Fernandes, del que se esperaba (y se espera) mucho, pero cuya situación no está del todo definida. Además, al club no le importaría desprenderse de Carlos Delgado, Juanto Ortuño e , incluso, César Díaz, en el caso de que tengan mercado.

Cano volvió a establecer las prioridades en la sala de prensa de la Nova Creu Alta. Un mediocentro posicional poderoso que destaca por su físico y un central también del mismo corte que pueda escorarse hacia el costado derecho colmaría sus aspiraciones en tareas defensivas, aunque el Castellón también ha preguntado por laterales para ambos costados.

A la hora de mirar hacia la portería contraria, pues alguien que aporte más rendimiento ofensivo, ya sea un delantero o, incluso, algún futbolista bien relacionado con el gol o con las asistencias.