Uno u otro. O Philippe Griezmann, barato según está el mercado actualmente, o Philippe Coutinho, el jugador que lleva persiguiendo desde hace varios meses el Barça, estrellándose ante la negativa del Liverpool. Barata parece la estrella francesa del Atlético porque su cláusula de rescisión queda fijada a partir del 1 de julio del 2018 en solo 100 millones de euros. En Anfield, en cambio, no existen esas escapatorias legales y por menos de 150 millones de euros sería casi imposible contratar al exquisito futbolista brasileño. En ese debate, además del distinto encaje táctico que tendría cada uno de ellos, anda ahora la nueva dirección deportiva azulgrana liderada por Pep Segura.

Resulta casi utópico pensar que el Barcelona pueda tener la capacidad económica para reunir a dos jugadores de esa dimensión, teniendo en cuenta, además, la inversión que ya hizo este pasado verano por Ousmane Dembélé, por quien pagó 105 millones más 45 en variables, convertido en el futbolista más caro de la historia del club. Pero es imprescindible reforzar una plantilla que tras la marcha de Neymar en pleno mercado veraniego es más débil que cuando Valverde se sentó en el banquillo. Hace una semana, el técnico fue claro sobre este asunto. "El Barça debe reforzarse, no debilitarse".

Y el club, entretanto, se debate entre la apuesta más asequible de Griezmann, aunque esos "acercamientos", como confesó Guillermo Amor, responsable de relaciones institucionales del club, hayan molestado al Atlético o seguir por la vía ya frustrada desde agosto pasado de apostar por Coutinho. Ambos encajan en la necesidad que tiene Valverde de poseer recursos de altísimo nivel para encarar el desafío europeo.

Mientras la estrella del Atlético (26 años) lleva meses buscando su salida, erosionada su relación con la afición colchonera después de que se conociera su deseo de irse al United, Coutinho (25 años) no para de presionar para abandonar lo antes posible Anfield. Si viene este invierno no podrá jugar la Champions. Griezmann sería para el verano.

"Aún faltan semanas o meses"

Klopp, el técnico del Liverpool, se resiste a abrirle la puerta de salida a Coutinho, pero empieza a asumirlo. "¿Su marcha? Aún faltan semanas o meses", dijo enigmáticamente el entrenador alemán, mientras el Barça diseña un mercado invernal más agitado que de costumbre. Necesita recursos económicos para complacer a Valverde, debe buscar un central (el colombiano Yerri Mina es el gran candidato) para llenar la plaza que dejará vacía Mascherano con su marcha al fútbol chino. El Barça espera obtener 10 millones por esa venta, no deseada, del Jefecito.

Más allá de esos asuntos capitales en la reestructuración de la plantilla, el club tiene otras preocupaciones que tampoco son menores. Hay varios jugadores de la segunda unidad que no tienen claro su futuro inmediato. La salida de Arda Turan, que no ha jugado ni un solo minuto con Valverde, aunque fuera en forma de cesión con algún club asumiendo una parte de su más que importante salario sería recibida con alegría en las oficinas, pendientes, además, de Deulofeu, que necesita jugar en estos seis meses que vienen para poder ir al Mundial.