Barcelona y Athletic Club, los clasicómanos más coperos, se miden este domingo en el estadio sevillano de La Cartuja en la final de la Supercopa, un duelo en el que el estado físico de Leo Messi puede resultar determinante, y en el que el ahora técnico del equipo vasco, Marcelino García Toral, podrá quitarse la espina de no haber estado en la anterior con un Valencia al que había llevado previamente a la conquista de la Copa del Rey.

Y es que el argentino ya no pudo jugar en las semifinales contra la Real Sociedad a causa de unas molestias musculares que arrancaron en el último partido liguero de los de Ronald Koeman.

Evidentemente con Messi o sin él, el Barça es un equipo totalmente diferente. Con él, su desborde permite opciones a otros jugadores, que se sienten muy cómodos a su lado, especialmente Pedri, y últimamente de Jong; sin él, el trabajo del equipo es más coral y depende de otras circunstancias.

El duelo será el cuarto que medirá a Barça y Athletic en una Supercopa (2-1 para los azulgrana) y el decimotercero en una final. En las nueve coperas disputadas, los catalanes también ganan en el total con claridad (6-3).

Efecto Marcelino

Además está en componente Marcelino García Toral, el nuevo entrenador del Athletic, quien en mayo de 2019 se sentó en el banquillo del Valencia en la final de Copa para llevar a la victoria de los ches (2-1). Tras ser destituido meses después, el técnico no pudo estar con el equipo che en la Supercopa 2019.

Curiosamente aquella fue la única victoria de Marcelino al Barça, que en 22 partidos en diferentes competiciones acumula esa victoria, seis empates y 15 derrotas, la última hace unos días en San Mamés, en su estreno con el Athlétic, en un partido en el que los azulgrana ganaron por 2-3.

Koeman, a expensas de Messi, tiene que repensarse el equipo. Si no cuenta con el argentino, podría repetir el once que puso ante la Real, en el que sorprendió la entrada de Mingueza por Dest en el lateral derecho. Aunque con la velocidad de Williams, es posible que el americano sea el elegido.

Sin Messi, Braithwaite tendrá su sitio, y Griezmann jugará en punta. Si vuelve el argentino, quien reforzará la medular será el francés. Por su parte, el cuadro vizcaíno busca repetir la hazaña del 2015, cuando le ganó el título al Barça, para ello, llega pletórico tras vencer al Madrid y, presumiblemente, con el mismo once.