Llega sin aliento al concesionario Hyundai Mobikorea, escenario donde vuelve a posar y a enfundarse la albinegra, esta vez con el dorsal 12 como guiño a la afición en lugar del 17 con el que llegó sin hacer ruido en enero, despidiéndose a lomos de su compañeros, literalmente, tras marcar el gol de la permanencia, el octavo en el Castellón. César Díaz (32 años) llega esta vez para echar raíces: ha firmado hasta el 2022.

-Ha costado, pero el Castellón tenía claro que iba a volver...

--Quizás se ha alargado demasiado, por como han sucedido los acontecimientos, pero lo importante es que estoy aquí, que se ha conseguido por ambas partes. Valoro el esfuerzo del club, que ha podido esperarme a que yo solucionara mi salida de Santander.

-¿Qué Castellón se ha encontrado?

--He mantenido contacto con la gente del año pasado y también con el míster, con Jordi [Bruixola], Vicente [Montesinos]..., que me han transmitido la ilusión que tienen por este proyecto; la gente que ha llegado nueva también tiene muchas ganas...

-El objetivo mínimo será no esperar hasta el último minuto para salvarse, ¿no?

--Esperemos que sea una temporada diferente, sin sufrir incluso más allá de la conclusión del último partido. Tampoco creo que hay que marcarse un objetivo claro, sino ir jornada a jornada: si vamos así, lo haremos mejor.

-¿Sabes que la gente está muy ilusionada con tu retorno?

--He sentido ese apoyo. Me he sentido muy querido por la gente desde el primer día en que llegué y también cuando me tuve que marchar. Las muestras de cariño también han tenido su peso a la hora de volver al Castellón.

-Si fueron ocho goles en solo media temporada, en una entera deberían ser el doble...

--Ojalá, ojalá. Es cierto que me salieron las cosas muy bien y vamos a trabajar para que este año siga igual, pero prefiero no poner una cifra, como cuando vine.

-Cuando a un delantero se le ofrecen tres años de contrato, es que hay mucha confianza...

--Soy consciente de que voy a ser una pieza importante. Le agradezco al club esa confianza que ha depositado en mí, por ofrecerme ese contrato. Les reconozco el esfuerzo para que pudiese estar aquí; yo les prometo el trabajo en el día a día, que es innegociable.

-Aunque tenga 32 años y una experiencia dilatada, ¿esa apuesta le supone un plus de presión?

--El tener ese contrato, es la recompensa del trabajo que hice la temporada pasada, que define mi forma de ser. Es cierto que es una apuesta importante, pero no indica que sea más presión.

-La afición vuelve a estar respondiendo con creces...

--Es un detonante más a la hora de tomar la decisión de venir. A cualquier jugador le motiva tener ese ambiente cada 15 días.

-Tenía un montón de pretendientes. ¿Por qué acaba decantándose por el Castellón?

--Más que nada, porque creo que el proyecto es bonito. Lo principal en este mundo, en el que a veces o en muchas situaciones no se suele dar tanta importancia a la persona, en este caso sí ha sido así por parte del Castellón: es lo que ayuda a tomar una decisión.

-Al Castellón de esta pretemporada le cuesta ver portería...

--El míster y la dirección deportiva son los que deben decidir si viene algún refuerzo más. Somos tres delanteros para trabajar y para ponérselo difícil.