El Villarreal C lleva unas cuantas semanas que no está fino, y eso le pasa factura porque los rivales se dan cuenta de ello y se aprovechan de su delicada situación. Ayer, en el campo del Jove Español, el filial amarillo jugó un partido serio, pero los errores le jugaron una mala pasada. Además, el colegiado valenciano castigó con dos penaltis al equipo de Pere Martí, el primero muy riguroso y el segundo pitable (4-2).

A pesar de marcar primero el equipo de Sant Vicent del Raspeig, el Villarreal C jugó un muy buen primer tiempo que le bastó para irse al descanso con ventaja. Los vila-realenses remontaron el tanto inicial de David Vendrell desde los once metros. Carlo Adriano, de cabeza a la salida de una falta, y Josema Vivancos, desde el punto fatídico, firmaron el 1-2 al descanso.

A los dos minutos de la reanudación, el propio Josema erró el 1-3 en una ocasión muy clara que pudo haber decantado todavía más la balanza a favor de los amarillos. Pero lo que sí que llegó, en el minuto 49, fue otro penalti que Vendrell no desperdició. Luego, dos golazos de Benja Rayos para poner el 4-2. El cuarto gol llegó en el minuto 97.

Al final, derrota clara para el Villarreal C, que en las dos últimas salidas ha encajado la friolera cifra de ocho goles. Y son cinco encuentros consecutivos sin saber lo que es saborear una victoria. A ver si la consiguen el sábado, ante el Eldense, en el Mini.