Enfrentarse a un recién ascendido a domicilio es sinónimo de tropiezo para el Villarreal, al menos en las últimas temporadas. Y es que de las ocho últimas salidas para medirse a uno de lo equipos que son nuevos en la categoría, solo ha vencido en una. Esta fue la pasada campaña, cuando se impuso en El Sadar a Osasuna por un contundente 1-4.

Un gafe con el que el Submarino pretende terminar en su visita a Montilivi este próximo domingo (16.15 horas), donde se medirá al Girona, que además es debutante en Primera División. La plaza no es sencilla, puesto que el Atlético de Madrid solo pudo empatar en la jornada inaugural y el Sevilla venció por la mínima y debido a que Granell falló un penalti en el último minuto. Solo el Barcelona ganó con comodidad, pero con dos goles en propia puerta, y el Málaga sucumbió.

Pero el Villarreal debe aprovechar su buen momento tras la llegada al banquillo de Javi Calleja para sumar los tres puntos y no terminar otra temporada sin triunfos a domicilio. Y es que pese a que está será la octava jornada de Liga, el Submarino afrontará ya su tercer choque lejos del Estadio de la Cerámica ante un recién ascendido, puesto que ya ha visitado al Levante (1-0) y al Getafe (4-0). Esta última provocó la destitución de Fran Escribá.

La pasada campaña, además del triunfo en Pamplona, cayó ante el Alavés (2-1) y empató sin goles ante el Leganés, mientras que en las 2015/16 no pudo ganar ninguno de los tres. Derrota en Gijón (2-0) y empates ante Las Palmas (1-1) y Betis (0--0).