Wembley nunca falla a Guardiola. No podía acabar de otra forma el regreso de Pep a una final en el icónico templo del fútbol inglés. Fue el escenario de su mayor triunfo como jugador y más tarde como entrenador. Esta vez, a la tercera, fue escenario de su primer título en Inglaterra. En una tarde donde todas las miradas estaban puestas en el míster, especialmente después de la sanción de la FA por lucir el lazo amarillo, el City continuó su marcha triunfal y se deshizo de un tímido Arsenal en la final de la Copa de la Liga (3-0, con goles del Kun Agüero, Kompany y David Silva).

Guardiola dejó clara su intención de seguir llevando el lazo amarillo. El técnico del City tuvo el respaldo de aficionados citizens que también lo lucieron gracias al suministro de un grupo organizado de catalanes que los repartieron en las afueras del estadio. Y con el lazo puesto besó su primera copa en Inglaterra sumando ya 22 (ganó 14 con el Barça y siete con el Bayern Múnich).