Me hace gracia cuando un futbolista profesional no se entrena por ligeras molestias, por sobrecarga o necesita rotaciones por saturación de partidos. Mimados por fisioterapeutas y recuperadores, los jugadores de élite entrenan... eso, dos horas al día.

Que si saturación de partidos, que si sesiones de rehabilitación, que si los titulares a menor ritmo... Y encima el sueldo que cobran. Unos privilegiados.

Yo soy más de Juanri. Juan Ricardo Catalá Masó, un castello-nense de 29 años, maestro de Inglés y Educación Física, jugador de élite de hockey en línea, runner, DJ en Gossip Vila-real y, como él dice, árbitro en sus ratos libres.

Juanri es uno de los pilares del Hockey Club Castellón, el 2º clasificado en la Liga Nacional Élite (LNHL). Pues Juanri se recorrió este fin de semana España entera. Jugó en Bilbao ante el Metropolitano (3-11) el sábado, y el domingo, ni corto ni perezoso, se marchó a Lugo para arbitrar el partido de Élite femenina entre las Meigas y el Rubí. Y vuelta a Castellón.

Y hoy por la mañana, a trabajar en CEIP Lluís Revest de Castellón o el CEIP l’Albea de Vall d’Alba (es itinerante). Ir y volver cada día, como hacía cuando ejerció en l’Alcora, Benicarló o Sant Jordi. Y por la tarde... ¡a entrenar! Tres días de hockey y dos de running, porque él también juega en élite. Pero en la otra élite, en la que no hay rotaciones, en la que no hay sesiones de recuperación, en la que los fisios corren de tu bolsillo y, sobre todo, en la que jugar cuesta dinero.