Una jornada menos por disputar, dos puntos más de colchón y la sensación de haber superado un escollo decisivo. El Leicester no ha desaprovechado el tropiezo del Tottenham del sábado en Anfield (1-1) y este domingo ha sumado ante el Southampton su cuarta victoria consecutiva por la mínima. Otro 1-0 más que suficiente para avivar el sueño de una afición que justo hace un año sufría viendo a su equipo como colista de la Premier. Hoy es líder y con siete puntos de ventaja sobre el segundo a seis jornadas del final.

El héroe esta vez ha sido el central jamaicano Wes Morgan, que con un testarazo ajustado al palo ha hecho enloquecer a una afición entregada durante los 90 minutos, consciente de estar viviendo un momento único. Tras cada ocasión fallada, y también después de cada clara oportunidad del Southampton (Simpson ha despejado con el brazo un chut que ya había superado a Schmeichel), las más de 30.000 gargantas reunidas en el King Power Stadium se unían para empujar a su equipo, cada vez más cerca de una gesta histórica.

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La receta es sencilla, según su técnico, Claudio Ranieri: «Creemos en lo que estamos haciendo. Está siendo una temporada mágica, pensamos que la próxima no será igual, así que intentamos hacerlo lo mejor posible». El entrenador ha revelado que antes del partido, en el vestuario, la plantilla cantó el 'Cumpleaños feliz' al propietario del club, el tailandés Vichai Srivaddhanaprabha, que tras el triunfo, con el estadio ya vacío, se dio el gusto de hacer aterrizar un helicóptero en el círculo central y subirse a él como quien coge el metro para volver a casa. Cosas del Leicester, un club en el que el entrenador obsequia con pizza a sus jugadores si ganan y el propietario, ayer, condonuts y cervezas a la afición.