Decía Sun Tzu en El arte de la guerra que la mejor defensa es un buen ataque. ¿Quién no ha oído ese axioma del filósofo y estratega militar de la antigua China en boca de algún entrenador, periodista o jugador en alguna crónica, rueda de prensa o tertulia futbolera? Lo cierto es que ese principio de la guerra ha sido puesta en práctica por grandes equipos de la historia, como por ejemplo el Barça de Johan Cruyff, el Dream Team, o aquel Real Madrid de la Quinta del Buitre del Leo Beenhakker. Javi Calleja también intentó aplicarlo en el Villarreal, pero el éxito no acompañó la empresa. Y le ha dado la vuelta a la frase de Sun Tzu, pero sobre todo ha cambiado más que la idea, que sigue manteniendo la apuesta por el buen juego, el principio que sustenta la misma.

Posiblemente el estratega chino no hubiera estado de acuerdo, pero Javi Calleja ha logrado revertir la situación del Submarino con aquello de el mejor ataque es una buena defensa.

LA IDEA PROGRESA / Poco a poco se ha ido gestando la transformación. La puesta en escena se produjo contra el Espanyol. Una primera parte brillantísima de los amarillos con un 2-0 a favor. Pero toda idea nueva tiene un tiempo de asimilación y consolidación. En la segunda mitad, se recibieron dos goles en contra y estuvo a punto de perderse el partido en el tiempo de descuento.

Contra el Valladolid, en la segunda puesta en escena, se logró el primer cero en contra de la era II de Calleja, pero el Submarino apenas inquietó la portería pucelana. Faltó más llegada y productividad en ataque.

RESPALDO EN LISBOA / Y llegaba la hora de la Europa League en el Alvalade de Lisboa. Escenario de Champions y uno de los rivales con mejor historial del campeonato luso. El Villarreal continuó mejorando, pero a Calleja le seguía faltando algo. No se conformaba con la notable progresión en el juego defensivo y en haber conseguido minimizar los errores en la parte de atrás. Se obtuvo un triunfo de prestigio con un golazo de Alfonso Pedraza. Sí, pero quería equilibrar más la seguridad defensiva con un balance en ataque mucho mejor.

El Villarreal se sentía más fiable y más competitivo con el cierre en el repliegue con cinco jugadores atrás. La ubicación de Mario como lateral, aunque un poco más adelantado, equilibraba un punto más las constantes subidas en ataque de Pedraza.

ESTIRAR LA MANTA / Y con la manta tapando la defensa, el rendimiento individual de los centrales empezó a crecer. Incluso, la manta alcanzó hasta el ataque.

Otro punto clave fue la ubicación de Cazorla e Iborra, formando una disposición cuadrangular con los dos delanteros. Ante el Sevilla, una de las grandes claves de la victoria, al margen de la contundencia atrás, fue la movilidad de ese cuadrado mágico compuesto en sus vértices por Cazorla, Iborra, Bacca y Toko-Ekambi.

Otra de los secretos del resurgir del Submarino ha sido, sin duda, el enchufar a toda la plantilla y que jugadores como Javi Fuego, Andrés, Bacca, Bonera o el mismo Santi Cáseres. Capítulo a parte merece el acierto al colocar a Pedraza como carrilero zurdo o la nueva ubicación de Cazorla o Vicente Iborra. Javi Calleja sigue renovando su idea sobre la marcha. Y continúa...