Si el Villarreal debiera abandonar hoy la competición continental, Marcelino no quiere que uno de los motivos sea que no ha puesto sobre el verde del San Paolo todos los elementos necesarios para estar mañana en el sorteo de los octavos de final de la Europa League. “Nosotros vamos a tope. No sé qué hará el rival, pero nosotros pondremos el once que consideramos mejor para ganar”, apunta el míster groguet, que cree que, tras las rotaciones efectuadas en el Calderón el pasado domingo, “ha habido tiempo suficiente para descansar”.

Los planes de Sarri --seguir con cambios con respecto al equipo base de la liga italiana o poner en escena a su once de gala-- seguirán siendo hasta poco antes del inicio una incógnita. Para Musacchio, que el Nápoles apueste hoy por su pichichi, Higuaín, lejos de considerarse un problema “será un plus”. “Sabemos del potencial ofensivo del rival, pero confiamos en mantener la buena línea defensiva que estamos demostrando últimamente --seis partidos seguidos con la portería a cero--. Para Marcelino, esa fortaleza atrás será una de las claves: “Defendiendo bien lo tendremos más fácil; en cambio, si no estamos finos el Nápoles es un equipo que te puede, incluso, golear”.

Su homólogo en el club italiano, Maurizio Sarri, apuesta por tomarse las cosas con calma. “No tenemos que dejarnos obsesionar por la remontada, porque de ser así estaríamos nerviosos después de 20 minutos”, avisa. No en vano, Sarri ve al Villarreal como a “uno de los mejores del torneo”. H