‘Santi, el del básquet’, toda una vida en el club de baloncesto benicarlando que le convierte, probablemente, en el decano de los directivos-entrenadores de toda la Comunitat Valenciana. Exactamente desde su fundación, en 1969, cuando Eugenio Chau y Víctor Pratsevall le convencieron para que formara parte de la junta directiva del club que se estaba formando en la localidad del Baix Maestrat y que presidiría, en el inicio, Luis Burgos Espín.

Enamorado del deporte base, en 1970 ya puso en marcha la primera escuela del club: “Fue cuando el Belpac-OJE subió a 3ª División nacional y creó un boom del baloncesto en la localidad. Entonces solo teníamos 10 ó 12 niños, ahora pasa de 150”, recuerda.

Y es que casi medio siglo formando a los más pequeños de forma ininterrumpida obliga al recuerdo y provoca cierta nostalgia. No duda, cuando se le pregunta por los momentos más felices vividos en su larga etapa como monitor y entrenador de los más pequeños: “Mi mayor alegría fue cuando logramos por primera vez en nuestra historia quedar campeones autonómicos escolares, y también ver cómo el club que formamos casi medio en broma ha permanecido en el tiempo y se ha consolidado como una de las entidades deportivas punteras de la ciudad”.

También recuerda con cierta añoranza a los jóvenes benicarlandos que tras pasar por la escuela del club llegaron a jugar en 1ª División, como Santos Campos (Lliria), Jonathan Llorach (Joventut), o el más reciente, Ángel Aparicio, que tras jugar con el FC Barcelona, está ahora en la liga universitaria USA (Toledo), o María José Roca, que llegó a jugar el Campeonato de Europa con el Sabor d’Abans.

De entre las mil y una anécdotas que podría apuntar se queda con una: “La epopeya que significó la construcción del Pabellón Polideportivo. Aquello fue una odisea que creíamos no acabaría nunca, por los múltiples problemas que surgieron, pero finalmente conseguimos que se finalizara y ahí estamos, entrenando a diario y sacándole rendimiento”.

Y tampoco han faltado los momentos tristes, algunos de recuerdo todavía muy reciente: “La prematura muerte, en 1990, de Víctor Pratsevall, uno de los fundadores de la entidad y una de las personas que más hicieron por el baloncesto en Benicarló, y más recientemente la de Manolo Llorach, otro de los grandes del baloncesto local, fueron dos auténticos palos, dos amigos muy queridos que se fueron cuando todavía tenían media vida por delante y mucho que aportar a nuestro querido deporte”.

en los torneos // Impulsor y colaborador activo en la organización de los torneos de 3x3 básquet al carrer y también de los prestigiosos torneos cadete y júnior por los que pasaron algunas de las más firmes promesas del baloncesto nacional y que desde hace algunos años no se celebra: “La crisis se ha llevado por delante los patrocinios y sin dinero no se puede hacer nada. Antes, con los contactos y mucha afición se podía hacer, pero ahora ya no”.

Mirando al futuro no renuncia a dos cosas: “La primera, ver de nuevo a un equipo del club jugando en categorías superiores, aunque sin patrocinadores es imposible, por mucha base que se tenga. Y la segunda, que la Diputación, en esos reconocimientos anuales que organiza, se acuerde que el norte de la provincia también existe, que somos los grandes olvidados casi siempre”. H