Kiko Ramírez parecía más disgustado tras algunas de las victorias del Castellón que a raíz del 1-1 frente al Elche B. Así, a la pregunta de cómo veía la botella, él contestaba que “medio llena”.

“Ha sido un partido de play-off, muy intenso, con un rival muy bueno en todos los sentidos”, incidió. “Creo que hemos hecho un partido más que notable. Es un buen punto y, además, hemos ganado el golaveraje particular”, destacó. “Lo doy por bueno”, remarcó el tarraconense.

Ramírez destacó que “el desgaste lo hemos llevado nosotros”, de ahí que los suyos hicieran “un gran esfuerzo”, que acabó por pasar factura. “Hemos cortado ya la hemorragia, después de dos derrotas seguidas”, subrayó.

EL 1-1 DA “RABIA” // Sin embargo, Ramírez admitió que “da rabia el gol del empate, porque viene de un fallo en el golpeo de un jugador. Luego, el Elche B, con músculo y zancada, se planta en el área y Javi Llor se saca un tiro cruzado imparable, cuando, poco antes, Ebu había tenido una ocasión muy clara”, refrescó. “Esto es fútbol. Lo que me llena es la intensidad, que no la había visto en toda la temporada, a la gente con ganas de pelear”, matizó el catalán. “Si en Orihuela, en líneas generales, todos estuvimos mal, hoy [por ayer], en general todo el mundo ha sido competitivo”, comentó, a modo de resumen.

El Castellón suma dos empates en las últimas cuatro jornadas y, salvo el Atlético Saguntino, ninguno de los equipos de arriba está para tirar cohetes. “A todo el mundo le cuesta ganar, ahí están los resultados”, constató. “Estoy contento, porque este equipo nunca ha bajado los brazos ni el otro día con el 4-0”, valoró.

Ramírez no echó balones fuera cuando le preguntaron por ese pequeño enfrentamiento dialéctico con un par de seguidores, en mitad del partido. “Al público lo tengo que entender, arrastra muchos años de desquicio”, introdujo. “Desde el respeto, yo soy el muro de las lamentaciones, tienen que dejar tranquilos a los jugadores”, solicitó el técnico. H