El Balompédica La Cueva debuta en Primera Regional esta temporada, en su segundo año de existencia, y lo hace con la intención de quedarse.

La Cueva no era más que un grupo de amigos que tenían una colla en Castellón, eso hasta el pasado verano, cuando decidieron crear un club de fútbol y federarse. Desde entonces el equipo ha crecido a pasos agigantados. En la primera campaña el cuadro castellonense cerró la temporada en segunda posición, algo que le dio el derecho a pugnar por el ascenso, sin embargo, la fatídica eliminatoria de play-off le dejó en la cuneta con el Orihuela Popular como verdugo.

Pero al Balompédica La Cueva le llegó otra oportunidad en verano, cuando el Sant Jordi comunicó su retirada de la competición este curso, con ello apareció una vacante que la ocuparon los verdiblancos. Ahora el club asume el reto de competir en una categoría mucho más exigente, pero hacerlo con una planificación de Segunda Regional y una plantilla similar a la que el año pasado.

Con todo, el objetivo no puede ser otro que disfrutar y competir, competir lo mejor posible para alcanzar una permanencia que sería histórica. Para acometer esta empresa solo hay tres fichajes, el del meta Marcos Catalán, el medio Sergio Campo, y el delantero Esaú Salvador.