A veces las cesiones se vuelven en contra del equipo que libera al jugador y ese drama lo vivió el Granada el día menos propicio al ver cómo un tanto del venezolano Darwin Machís decantaba un duelo clave en la zona baja ante el Leganés. Se sabía que el encuentro iba a ser duro, igualado, poco vistoso e intenso. Lo habitual cuando se enfrentan dos equipos que luchan por el mismo objetivo: la salvación.

Darwin Machís había vuelto el pasado verano a Granada tras despuntar en la categoría de plata con el Huesca. Sin embargo en el club prefirieron enviarle de nuevo como cedido, esta vez con rumbo al Leganés.

Fue él quien, a falta de seis minutos para el final, puso la guinda en el segundo palo a una contra espectacular al recibir el pase de Morán. Tras su tanto levantó las manos en señal de perdón pero el daño, para alegría de los madrileños, ya estaba hecho.